OpenAI anunció el 23 de octubre que ha adquirido Software Applications, Inc., la firma responsable de Sky, el asistente de productividad para macOS. Sky es una aplicación que utiliza lenguaje natural para interactuar con el sistema operativo y las aplicaciones instaladas.
A diferencia de los asistentes convencionales, Sky analiza el contexto de la pantalla y traduce instrucciones verbales o escritas en acciones concretas: abrir archivos, reorganizar carpetas, enviar correos o automatizar flujos de trabajo. Su diseño privilegia la simplicidad: los usuarios pueden pedirle “envía este documento a María” y el sistema identifica el documento activo, abre la aplicación de correo, selecciona el destinatario adecuado y adjunta el archivo. Sky es un ejemplo de cómo los modelos de lenguaje pueden convertirse en agentes capaces de operar en entornos gráficos sin depender de scripts rígidos.
La visión de OpenAI: un agente de escritorio
A nivel de ecosistema, la incorporación de Sky también plantea interrogantes sobre la relación entre agentes avanzados y las plataformas propietarias. Tradicionalmente, Apple retiene un control estricto sobre Siri y las API de automatización de macOS; la llegada de un actor externo con acceso profundo al sistema operativo podría desencadenar debates sobre privacidad y seguridad. OpenAI no ha detallado cómo integrará su modelo con las políticas de Apple ni si planea lanzar una versión independiente para otras plataformas.
Esta operación se enmarca en una tendencia más amplia en la que los grandes modelos de lenguaje buscan convertirse en plataformas de productividad, superando las limitaciones del navegador y integrándose en aplicaciones del escritorio. Microsoft ya integra GPT-4 en Office a través de Copilot, y Google experimenta con asistentes que realizan tareas en Android y Workspace.
La compra de Sky muestra la carrera por construir un “intérprete universal” entre las personas y el software. En el corto plazo, puede traducirse en un ChatGPT capaz de abrir aplicaciones, gestionar correos o incluso programar ciertas rutinas directamente desde macOS. A medio plazo, podría reconfigurar la manera en que interactuamos con los ordenadores, sustituyendo menús y clics por instrucciones conversacionales.
El paso dado por ChatGTP, al adquirir una herramienta enfocada exclusivamente a MacOs, ofrece dudas. Crear un ChatGPT diferente para cada sistema operativo es un riesgo estratégico. La integración profunda con el escritorio permite ofrecer funciones reales de productividad - algo que el navegador no puede igualar -, pero también fragmenta la experiencia y multiplica los costes de desarrollo.
