La Dirección General de Tráfico (DGT) marca un hito en la regulación del vehículo automatizado en España al activar, el 28 de noviembre de 2025, la Fase 3 de su Programa Marco de Evaluación de la Seguridad y Tecnología de Vehículos Automatizados (ES-AV). Este avance regulatorio permite realizar pruebas precomerciales a gran escala en vías autorizadas, dando un paso definitivo hacia la futura movilidad autónoma en el país.
El cambio clave de la Fase 3 es la posibilidad de gestionar flotas de más de 10 vehículos simultáneamente bajo un mismo permiso, acercando los ensayos a una escala casi comercial. En este contexto, el fabricante Tesla ha recibido autorización para operar una flota de 19 vehículos tipo turismo, en el marco de pruebas de conducción asistida avanzada (DCAS) en rutas nacionales, con condiciones específicas. Otras empresas como Wayve, CTAG, Renault y Alsa también participan, aunque con proyectos de menor escala o centrados en casos de uso concretos, como lanzaderas urbanas en trayectos predefinidos.
Los vehículos de Tesla autorizados operarán bajo un nivel técnico SAE 2, similar a sistemas avanzados de asistencia a la conducción que ya existen en el mercado y que requieren que el conductor humano esté atento. Sin embargo, lo relevante es que, en el marco de estas pruebas, el operador de seguridad a bordo es opcional, mientras que el operador remoto, que puede monitorizar y tomar control de varios vehículos desde un centro externo, es exigible. Esto representa un cambio normativo fundamental, ya que permite avanzar hacia la conducción automatizada sin necesidad de un conductor humano presente en el vehículo.
Tesla utilizará esta flota para validar y homologar sistemas de conducción asistida avanzada con capacidades experimentales, bajo un marco regulatorio que exige registro exhaustivo de datos, análisis de riesgos y monitorización continua. Esta fase de pre-despliegue permite probar tecnologías que aún no están homologadas para uso comercial en Europa, con la seguridad de que existe un operador remoto supervisando las operaciones en tiempo real. Hasta la fecha, no se han registrado incidentes graves en las pruebas autorizadas.
En paralelo, la DGT también ha autorizado pruebas con vehículos de nivel SAE 4, que representan una automatización mucho más avanzada. Un ejemplo destacado es la autorización otorgada a CTAG para operar un shuttle autónomo en la ruta transnacional entre Tui (España) y Valença (Portugal). El nivel SAE 4 implica que el vehículo puede circular sin intervención humana dentro de un dominio operativo definido (una ruta o zona predefinida), gestionando situaciones complejas de forma autónoma. La prueba transfronteriza es un paso significativo hacia la movilidad autónoma interoperable en Europa, ya que requiere coordinación entre autoridades de ambos países para garantizar la seguridad, la regulación y la monitorización adecuadas.
Este permiso para un shuttle autónomo SAE 4 supone un avance notable en la implementación de vehículos con alta automatización, permitiendo validar no solo la tecnología sino también la gestión regulatoria y operativa en entornos internacionales.
